miércoles, 13 de junio de 2018

LENTEJAS RICARDO



Querido Ricardo y demás distinguidos contertulios:

   Sé que no eres un cocinilla, tus virtudes van por el lado de estudiar la psiquis y sus embrujos. Más, no es impedimento, sin más excusas, arremeterás en la preparación de lentejas. El pretexto: convocar a tus queridos; en una mesa que dispondrás con copa y plato, frente a tan suculenta poción, será un placer.

   “Al comer lentejas de Egipto, el hombre se vuelve alegre y divertido” pensaban aquellos opresores del pueblo hebreo.

    Para una receta de lentejas simples, decentes y variaciones, nos ponemos en marcha.

1.- Comprá un paquete de lentejas, vienen en bolsa de 450 gramos. La ubicás en un recipiente y la llenás de agua, ¿Cuánta? Mínimo dos veces el volumen del grano. Así por ocho horas mínimo y no más de 12.

2.- Ya que fuiste de provisiones, abonarás además por una cebolla grande, un morrón rojo mediano, tres zanahorias medianas. De paso en la carnicería, 1000 gramos de carne tipo paleta con hueso, si es magra mejor.

3.- Supongo tendrás en tu casa, al menos ajo y pimentón ahumado de La Vera. ¿No tienes pimentón ahumado? Pues cuando obre en tu poder, tu vida cambiará, será un antes y un después. Este pimentón, de tierras españolas, concretamente de La Vera, Cáceres, es un dechado platónico de fragancias y color. Lo hay ahumado y picante. Elige el de tu agrado pero no olvides que el picante, no solo es bravo cuando entra también cuando se digiere, advertido quedas. El producto está disponible en cualquier tienda decente.

4.- Tomas la carne, retirás la grasa visible. Le sacás el hueso y lo sumergés en una olla con un litro de agua. A ese líquido le sumás un poco de sal, algunas aromáticas, un pedazo de cebolla, un pedazo de zanahoria. Y le das calor. Cuando rompe el hervor, bajás la intensidad de la llama, y cocinás por 30 minutos. Si en la superficie del agua, se forma como una espuma grisácea, se la retirás. ¿No quieres trabajar tanto? Bueno en olla poné la misma cantidad de agua indicada y un cubo de sopa concentrada. No es lo mismo, es agua saborizada. ¿Y qué haces con la carne? La cortás en cubos, tamaño bocado.

5.- Pelás la cebolla. El morrón lo abrís al medio y le retirás las carnosidades blancas y las semillas. La zanahorias si están sanas, basta una buena limpieza. Picá la cebolla en cubitos chicos. El morrón en cubitos un poco más grande. La zanahoria la rallás. Ya puesto en opción vegetales, es compatible y hasta indispensable el morrón verde, un trozo de apio, puerros. Todo picado.

6.- En olla más ancha que alta, vertés un poco de aceite (oliva o alto oleico), que cubra el fondo. Lo llevás al calor y cuando caliente la grasa, jamás debe humear, saltearás la carne. La idea es que sus caras externas queden caramelizadas. Ojo, no mucho, marrones claros buscamos, más oscuros son perjudiciales. Hecho esto, lo retirás y lo depositás aparte.

7.- En esa olla caliente, un nuevo chorreón de aceite y volcás la cebolla, lo salteás no mucho, un minuto, le seguirán el morrón y la zanahoria. Le darás un meneo, y que se cocine a fuego bajo, cinco minutos está bien.

8.- al sofrito le añadís la carne y media copa de vino. Dejás que se evapore el alcohol, no lleva mucho tiempo, que digo, 30 segundos. Ojo: si alguien no le gusta el alcohol pues te lo tomas tú.

9.- A la olla, le añadirás dos tazas de pulpa de tomate, o su equivalente en tomate picado o su equivalente de passata (puré de tomates italiano) Le das calor por 10 minutos, a fuego bajo. Salpimentar.

10.- Cuelas las lentejas, esa agua no se utiliza.

11.- Es tiempo ahora de adicionar las lentejas más caldo a la olla de cocción. Subís la intensidad de la llama. Cuando rompe en hervor, bajás el ímpetu del calor al mínimo y así quedará 20 minutos. ¿Cuánto caldo? Por ahora, que cubra toda la preparación. Si en el transcurso de ese tiempo, el líquido se evapora, lo recuperas con más caldo.

12.- A los quince minutos, donde habías bajado el calor de la lumbre, será tiempo de darle más sabor. Ajo picado más pimentón ahumado más pimienta negra molida. ¿Qué te gusta el picante? Pues se lo sumás ¿Qué le quieres dar un toque exótico? Anís o un curry o un baharat (otras grafías: barat, bahar o bhar es lo mismo)

13.- Una entreveradita suave y probás. Ojo está caliente. ¿Te quemaste? Te lo advertí. Tomás un poco de lentejas y las mordés. Saben tiernas, pronto el condumio.

14.- Apagás el fuego, lo dejas reposar 10 minutos. Disponés en la mesa los cubiertos y las copas. Descorchá el vino y llamá a tus queridos.

15.- Llevarás a la mesa el humeante plato y lo bendecirás, fruto de la inteligencia y trabajo de los que en la mesa, hoy al conmemorar, honran tu hogar.

Del glorioso refranero español: “está más cargada de hierro que una inyección de lentejas”

Atento herejes.

Otras opciones:

.- Hay sustancia en otras carnes. Tipo pollo, para eso lo fraccionás y sellás según lo escrito en el punto 6. Esas piezas de pollo pueden ir con o sin piel según preferencias y niveles de colesterol. El cerdo es otro compañero ideal y el cordero si lo encuentras, pues es muy bienvenido.

.- ¿Embutidos? Van de película el chorizo, el chorizo colorado y las salchichas tipo parrillera. Lo cortás en rodajas y sellás, entran a escena en el punto 6.  No te olvides de la morcilla y sus múltiples rellenos: dulces, con nueces, aceitunas, sigue una larga lista; la cortás en rodajas y entra a la escena en el punto 12

.- Otro aporte calórico y graso es incluir tocino o panceta ahumada. Lo mismo, indicado, en otras carnes o embutidos. Debe ser porcionada en tiras, bastones, cubos.

.- Versiones más exóticas pueden llevar frutas: durazno o manzana; se pela, se corta en gajos grandes y contribuye con lo suyo, cuando se apaga la llama. Se cocina al calor inercial del reposo de 10 minutos.

Es imprescindible, llevar a la mesa buen pan, la fiesta será completa.

Bellacos, permitidme, del anónimo popular español:

“Hoy al mediodía
Le puse lentejas
Y al ver que fruncía
Y arqueaba las cejas
Le dije burlona:
Estas son lentejas
Si quieres las tomas
Y si no las dejas”


   No ofreciéndose otra cosa ruego a Dios, por tu vida y de tus cofrades, muchos años.

   Para que conste, y sea propalado, he dicho, en esta Villa y no Corte, a los trece días del mes de junio del año de nuestro Señor.

De Vuestra Merced  Su Servidor


Marcos Ruella