lunes, 17 de junio de 2024

 

LA PERLA NEGRA

 

   Si abordo el tema de hoy, desde una épica rioplatense, en un atrevimiento de mi parte al usar el lunfardo, debo decir: en la chacra sos la reluciente, la de piel acharolada, destaque de elegancia y sofisticación, que supiste engrupir, a la runfla gastronómica.

   La berenjena es una exótica joya en la cocina. Su amargor y cáscara negra no fueron limitantes, al contrario, la humanidad la adoptó de la mejor manera. Se nutre de ella cocinándola en mil fórmulas, porque cruda no es beneficiosa.

   Esa particularidad la puso en el banquillo de los acusados como venenosa; en ese delito su hiel fue prueba por la cual la ignorancia eterna de la humanidad, sin derecho a defensa y el debido proceso, la desterró de ollas y mesas. Luego, seguramente el hambre o el azar, la reivindicaron, bastó sumergirla en agua salada para quitar el áspero sabor, más una cocción y ahí comenzó otro cantar.

   Ya de cuna tiene en su ADN, la impronta del misterio. “La berenjena se originó posiblemente en el norte de la India, donde se ha encontrado en su estado silvestre (plantas espinosas de frutos amargos). En la India ocurrió la mayor domesticación de los tipos de fruta grande no-amarga. De allí se diseminó al este, hasta la China, para el siglo 5 DC. China se convirtió en un segundo centro de domesticación de la berenjena, especialmente de los tipos de fruta pequeña. Hacia el oeste fue llevada por los árabes, llegando a España para el siglo 13; probablemente fue llevada a África por los persas. Para el siglo 16 se conocían en Europa variedades de berenjena con espinas y sin espinas en sus tallos, hojas y el cáliz de las frutas. Los españoles la introdujeron al Nuevo Mundo, diseminándose posteriormente por todas las Américas” (1)

    A nivel popular la identifican de tantas maneras como pueblos. Melanzane por nuestros parientes tanos; Batingan traducido del Persa: “fruta del amor” por su otra cualidad.

   “Sus supuestas virtudes afrodisíacas la hicieron muy popular a lo largo de la Edad Media y aún hoy en día tiene connotaciones sensuales en los países del Medio Oriente. En el mundo árabe, ha recibido muchos nombres imaginativos como «el príncipe de la buena fruta conocida» o «el noble vegetal».

   Cuenta la leyenda que el legendario sultán turco Mustapha Mehre, convencido de que su avanzada edad, aparentemente vivió hasta los 123 años, se debía al consumo de berenjenas. Tenía 120 esposas e innumerables concubinas, y siempre su preferida era aquella que supiera cocinar su plato favorito – la berenjena” (3)

   Si esto no es cierto, al menos esta bien contado.

   Es que “No solo era popular su consumo sino también su aspecto grotesco, que servía de término de comparación con personajes ridículos. Por ejemplo, cuando el autor Miguel de Cervantes (1547-1616) recurre a un nombre ridículo, el de Cide Hamete Benengeli, como autor morisco de su crónica quijotesca, a Sancho Panza se le antoja ser un nombre derivado de la berenjena, hortaliza de aspecto ridículo que era de consumo en La Mancha a finales del siglo XVI” (2)

   Otro contemporáneo del notable Manco Español, unió literatura y gastronomía. Baltasar del Alcázar fue un poeta sevillano, utilizando lo divertido, da cuenta de las tradiciones de su tiempo, como esta singular obra.

 

”Tres cosas me tienen preso
de amores el corazón,
la bella Inés, el jamón
y berenjenas con queso.

Esta Inés (amantes) es
quien tuvo en mí tal poder,
que me hizo aborrecer
todo lo que no era Inés.

Trájome un año sin seso,
hasta que en una ocasión
me dio a merendar jamón
y berenjenas con queso.

Fue de Inés la primer palma,
pero ya júzgase mal
entre todos ellos cuál
tiene más parte en mi alma.

En gusto, medida y peso
no le hallo distinción,
ya quiero Inés, ya jamón,
ya berenjenas con queso.

Alega Inés su beldad,
el jamón que es de Aracena,
el queso y berenjena
la española antigüedad.

Y está tan fiel en el peso
que juzgado sin pasión
todo es uno, Inés, jamón,
y berenjenas con queso.

A lo menos este trato
de estos mis nuevos amores,
hará que Inés sus favores,
me los venda más barato.

Pues tendrá por contrapeso
si no hiciere razón,
una lonja de jamón
y berenjenas con queso”

 

   Como dijo el recordado Hugo Garcia Robles: “como sería la tal Inés y las berenjenas con queso”:

   De esa duda vamos a lo certero. En el mundo de la joyería, la perla negra es una rareza, altamente codiciada con cuna en la Polinesia Francesa. Esa originalidad biológica, en definitiva, naturaleza muerta en un anillo, en un collar, por más bonito que sea no se comercializa precisamente en almacenes y ferias barriales. Sin embargo, hay otra perla negra, accesible, a mano. 

   Es la berenjena, diosa engrupidora,

vestida distinguida en la huerta y el plato,

motivo de amor y locura, con pulpa seductora

del moro a la cristiandad, todo el mundo la aquilató.

 

Columna emitida en el programa Abrazo País, CX 4 Radio Rural, el 18 de noviembre de 2023.

 

 

 

 

Bibliografía consultada:

 

 

1.      Berenjenas características de la planta

https://www.upr.edu/eea/wp-content/uploads/sites/17/2016/03/BERENJENA-Caracter%C3%ADsticas-de-la-Planta-v2006.pdf

 

 

2.      Contando la historia

https://www.agronline.pe/noticias/contando-la-historia-origen-e-historia-de-la-berenjena/

 

 

 

3.      Berenjena el exótico vegetal

https://restaurantesgrupolamision.wordpress.com/2013/07/05/la-berenjena-el-exotico-vegetal-purpura/