sábado, 30 de septiembre de 2017




CERVEZA SOLIDARIA

   Una excelente iniciativa. Te tomas una buena cerveza, artesanal y colaboras con una prestigiosa Institución, gracias al Club de Cerveceros Caseros del Uruguay. Veamos la carta del Sr. Presidente.

   "Estimados socios, es un gusto y un orgullo contarles que después de muchas horas de trabajo, gestiones y esfuerzo, este próximo viernes 29 de setiembre estará disponible la primera edición de la cerveza solidaria, la cual se distribuirá en todo el país. Es un proyecto realmente ambicioso para el CCCUY, el cual busca como todos saben, darle la posibilidad a un cervecero casero, de  poder elaborar su mejor cerveza en una micro cervecería local y donar lo recaudado por la venta de la misma a una fundación u ONG.

   En esta oportunidad el objetivo será vender 3000 botellas de la Doble IPA Solidaria y donar las ganancias de la venta a la fundación Peréz Scremini. Para esto, y buscando total transparencia, sin un fin lucrativo, credibilidad, control de cada botella y acceso a todos los socios del país, hemos desarrollado  la siguiente estrategia respecto al modo de pago y distribución. 

   La cerveza tendrá un costo de $200 cada botella, se abonará a través de la red de cobranzas Abitab, mediante una cuenta colectiva (Colectivo Club de Cerveceros Caseros de Uruguay Nro. 79894). Se podrá retirar sin cargo en Dr. José Scoseria 2454 (esq. Luis Franzini) de lunes a viernes de 12 a 16hs, presentando comprobante de pago.
   Para aquellos  que deseen recibirla en su domicilio, ya sea en Montevideo o en el interior del país, se podrá solicitar a través de la web www.cerveceroscaseros.com.uy con un costo extra de $100 en Montevideo y $100 más costo de agencia, en el interior. Esta opción se llevará a cabo mediante la empresa Envito.
   Agradecemos difundir, colaborar con la compra y disfrutar de esta espectacular y única Doble IPA que solo los cerveceros caseros del CCCUY pueden lograr!
   Aprovecho este mail para agradecer a todos los que colaboraron y apoyaron este ambicioso proyecto, en primera instancia a toda la comisión directiva, a todos los socios que colaboraron en el evento Cocción Solidaria, a Max Ahlers, a Matt por cuidarla como si fuera suya, a Nat por el excelente trabajo en las etiquetas y a las empresas que apoyaron, Volcánica, Solvit Beer, Imprimex, Jomi y Envito.


Saludos Cerveceros



Erik Schölderle





jueves, 21 de septiembre de 2017



2 X 4 COPETIN I parte

   El bar no era muy luminoso. En aquel salón amplio, sobre la pared del fondo estaba arrimada una vieja heladera de 12 puertas; con bisagras externas grandes, de metal cromado, al igual que los picaportes. Revestida de madera, lucía sucia, sin brillo. Seguro, cuando la compraron el lustre reflejó su mejor esplendor.   
   En sus extrañas oscuras, la cerveza abunda por mayoría. Algo menos de refrescos, siempre en envases de vidrio; no hay mucha variedad. Otras tantas botellas fueron recicladas, les sacaron las etiquetas. Bien enjuagadas las volvieron a llenar de vino, una y mil veces, pocas con agua. Tampoco le cambiaron el corcho. El vino se compró en damajuanas de 10 litros y se fraccionó a uno. El vital elemento proviene de la canilla. En ese entonces nadie desconfiaba de su calidad.
   Por encima de ese mueble y a medida, el carpintero le hizo una tarima con varios escalones, de mayor a menor, donde el cantinero expone su oferta de licores. Caña, grapa, vermú bianco y rosso, amarga, Espinillar, escasas de whisky, seguro de contrabando. Las abiertas, con pico vertedor de la firma Banchero, están a mano del barista, en la primera fila. En los otros peldaños, la reposición. La más alta, llenas de tierra en su cuello y con alguna telaraña.
   El motor está por debajo, en el piso, ruidoso. Cuando corta su ciclo hace vibrar las rejillas de madera ubicadas en el angosto pasillo útil situado entre el alto mostrador y el aparato del frío. Nunca entendí esa tarima, creo que solo sirve para juntar mugre.
   Volvamos arriba, entre tanta botella, esta confundida la vieja radio a válvulas, la que transmite. “Un boliche como tantos, una esquina como hay muchas, / un borracho que serrucha su sueño de copetín”. Pero copetín, perturbador, fue el que en su momento, el 16 de abril de 1914, publicó el diario La Prensa de Mercedes, Soriano, con el título “Un Calavera”. Así se refirió:
   “Teodoro Maldonado, es un prójimo que no tiene que ver con el representante “hijo” del doctor Beltran… absolutamente nada. Don Teodoro no es más que un don Teodoro de Tantos de cepa humilde, hablando en otros términos. Bueno, anoche a la hora que cantan los gallos, a la hora que los gallineros corren peligro, a las 24 para decirlo de una vez, don Teodoro cayó haciendo más eses que Barron, al almacén de don Pedro Arguello sito en la esquina de las calles Paysandú y Cololó donde con otros camards, se encontraba Jacinto Acuña.
   Teodoro –y solo bajo el dominio de Baco pudo hacer gala de tanto desprendimiento, en una época en que la moneda anda escasa- invitó a Acuña a tomar un copetín pero Acuña, hombre de bien, casto, virtuoso, etc., se negó rotundamente a ello–. Con que me desprecias replico Teodoro… ¡Aijuna!– y sin decir agua va, desenfundó descomunal fariñera.
   Suponga el lector lo demás, Olivera, pasado a la Central por la seccional segunda fue puesto hoy a disposición de Juez de Paz Local”.
  Otros tiempos, sin lugar a dudas, los menos fueron copetines malos. Sobran los buenos y muy buenos.
   Aquella heladera corresponde al bar del Club Nacional de Futbol de Dolores. El de mi infancia, década del 70, cerca de la casa paterna. Hoy no existe más. Volveremos a él.
   Antes de la receta, apuntes. Una fariñera es en Argentina y Uruguay, daga de punta y hojas anchas. Barron, citado por el diario La Prensa, se refiere a John Barron, un aviador inglés, que en la fecha indicada, llegó a Mercedes en su aeroplano. Desconozco detalles de la nave. Hizo demostraciones aéreas en el hipódromo. Venia volando de Carmelo y luego se trasladó a Fray Bentos.
MONTADITO DE BERENJENA
Ingredientes: berenjena, tomate grande maduro, fetas de jamón, queso rallado, aceite de oliva, sal, pimienta, albahaca.
Preparación: precalentar el horno a 180°C. Cortar la berenjena en rodajas finas y sumergir en un bol con agua y sal. Escurrir bien las rodajas de berenjena y ubicarlas en una bandeja de horno apenas aceitada. Pincelarlas con aceite de oliva, salpimentar y hornear, hasta que estén blandas. Retirar, dejar enfriar y reservar. Cortar el tomate en rodajas. Poner una rodaja de tomate encima de una rodaja de berenjena. Por encima fetas de jamón. Cubrir con una rodaja de berenjena. Espolvorear con queso rallado. Disponer sobre una bandeja y llevar al horno a gratinar. Servir con hojas de albahaca.

Publicado, sin algunas modificaciones, en el Semanario Entrega 2000, sección Las Recetas de Marcos Ruella, el 9  de septiembre  de 2016